Primero: lea siempre la etiqueta
Ciertos tipos de productos para el hogar tales como desatascadores o blanqueantes requieren precauciones especiales y, por lo tanto, están marcados con símbolos de peligro especiales. Si encuentra un símbolo de peligro en la etiqueta, no use nunca un producto hasta que haya leído cuidadosamente la palabra de advertencia y haya tomado las medidas de precaución recomendadas.
Por ley, todos los productos potencialmente peligrosos deben llevar información de seguridad en la etiqueta. Es esencial que los consumidores lean esta información para que sean conscientes del riesgo y puedan tomar las medidas necesarias a fin de garantizar un uso seguro del producto. La etiqueta también le dice qué hacer en caso de mal uso o accidente.
Lleve siempre el producto con usted cuando llame a su médico, al Servicio de Información Toxicológica o a la empresa que lo comercializa para poder leer la etiqueta a la persona en línea. Esto les permitirá darle consejos precisos sobre qué hacer. Si acude a su médico, lleve el producto consigo en su envase original.
Nota: El símbolo de peligro solo se aplica al producto tal como está en el envase.
Prevención de accidentes
- Lea siempre la etiqueta y siga las instrucciones para un uso seguro
- Al manipular productos corrosivos, use ropa o equipo de protección tales como guantes o gafas de seguridad.
- Garantice que haya una ventilación adecuada. Trabaje en exteriores siempre que sea posible.
- Mantenga a los niños alejados cuando use productos peligrosos, nunca deje el producto al lado del balde o en la encimera.
- Recuerde, un cierre a prueba de niños no garantiza que los niños no puedan abrir el envase; solo hace que sea más difícil para ellos. Guarde siempre los productos peligrosos fuera del alcance de los niños, preferiblemente usando un candado.
- No quite nunca las etiquetas y asegúrese de que permanezcan legibles.
- No mezcle nunca dos o más productos: podría crear reacciones químicas peligrosas.
- Mantenga siempre los productos en su envase original. Si usa recargas, use siempre el mismo recipiente (para evitar mezclar diferentes productos) y asegúrese de que los niños no estén presentes en el momento de hacer la recarga.
- Cierre (o enjuague) el envase antes de tirarlo al contenedor.
Siga el consejo sobre qué hacer en caso de accidente o uso incorrecto del producto