Simplifican la limpieza de la suciedad y de las acumulaciones de grasa persistentes, ya sea comida quemada en la cocina o espuma sucia de jabón en el baño.
Se pueden usar de manera efectiva en muchos tipos de superficies, aunque se deben usar con cuidado en cualquier superficie propensa a rayarse.
Los limpiadores abrasivos proporcionan una potencia de limpieza adicional para eliminar las manchas secas sobre las superficies resistentes al rayado.
Lea siempre primero la etiqueta para asegurarse de que el producto sea adecuado para la superficie en la que desea usarlo. En caso de duda, pruebe primero en un área poco visible.
Para superficies específicas o problemas de limpieza, existen productos especializados que pueden ayudarle.
Hoy en día, los limpiadores abrasivos suelen ser líquidos cremosos con partículas abrasivas suspendidas en el líquido.
Sin embargo, en algunos países se prefieren pastas o incluso polvos. Algunos también contienen blanqueante para ofrecer un mayor poder de limpieza.
Con los limpiadores convencionales es difícil eliminar parte de la suciedad y las manchas, por ejemplo, depósitos acumulados con el tiempo (residuos grasientos quemados en las cocinas o espuma sucia de jabón espesa en los baños).
Estas pueden eliminarse mucho más fácilmente frotando con un limpiador abrasivo.